
La Estafa Legislativa: Cómo Se Cayó Ficha Limpia.
La editorial de Enzo Cáceres en Radio Mitre 100.3
Al final, no habrá Ficha Limpia. Y Cristina, condenada en dos instancias por corrupción en la causa Vialidad, podrá ser candidata en las próximas elecciones para el cargo que desee.
Anoche, los políticos argentinos demostraron, una vez más, que siempre pueden ser más siniestros.
La iniciativa de la diputada del PRO, Silvia Lospennato, había fracasado en su momento en la Cámara Baja, cuando los legisladores de Milei pegaron el faltazo y sabotearon la sesión.
En ese debate se habló de un pacto no escrito entre los libertarios y el kirchnerismo. Porque, en el “Laboratorio de las Fuerzas del Cielo”, habían decidido mantener en la cancha a la expresidenta, para confrontar con ella. La desmentida del gobierno no tardó en llegar, aunque ya habían quedado en evidencia.
Luego, los libertarios acomodaron su relato. El proyecto tuvo media sanción en Diputados, y prometieron que ahora entraba y se aprobaba en el Senado.
En la previa, varios legisladores de la oposición dialoguista, pese a que se prometía que Ficha Limpia “salía con fritas”, ya habían deslizado sospechas de una traición por parte de los libertarios.
Ayer, antes de las 7 de la mañana, el senador radical por Tierra del Fuego, Pablo Blanco, nos dijo en el programa: “Veremos qué pasa, pero yo desconfío de los oficialistas”.
El proyecto contemplaba que ningún dirigente podría ser candidato si tenía una condena firme en dos instancias por corrupción —sin necesidad de llegar a la Corte Suprema—. Es decir, dejaba fuera de pista a cualquiera con antecedentes.
En el sondeo y el recuento de porotos se descontaba que el kirchnerismo, obviamente, iba a votar en contra, porque venía denunciando un intento de proscripción a Cristina. Del otro lado, se iban a agrupar libertarios, radicales, el PRO y algunos bloques provinciales.
Sin embargo, a la hora de votar, a la iniciativa le faltó un solo voto. Dos senadores misioneros, que habían prometido votar a favor, se dieron vuelta. Se necesitaban 37 votos. La votación terminó con 36 a favor y 35 en contra.
Los senadores “monigotes” de Carlos Rovira, el cacique político misionero que los maneja, recibieron la orden de hacer naufragar Ficha Limpia. En efecto, Carlos Arce y Sonia Rojas Decut terminaron votando en contra.
Todo parece indicar que se sentaron en sus bancas esperando instrucciones. Y, avanzada la sesión, cambiaron su voto.
Para entender la magnitud de la estafa al pueblo argentino, hay que decir que estaban a punto de aprobar una ley a favor de la transparencia. Rovira maneja al gobernador de su provincia, Hugo Passalacqua, a cuatro diputados y a dos senadores. El mandamás misionero viene jugando con el oficialismo desde siempre.
Tanto es así que, desde que gobiernan los libertarios, sus legisladores acompañaron la Ley Bases, los pliegos de Lijo y García Mansilla a la Corte. Y, además, venían de sabotear la creación de una comisión investigadora por el escándalo Libra. Ese día también pegaron el faltazo. A la oposición, casualmente, le faltó un solo voto.
Pero hay otro antecedente: cuando el Senado rechazó los fondos reservados para la SIDE, también se ausentaron.
Ayer, llamativamente, los dos ganadores de la sesión, en el clásico toma y daca de la política, fueron los libertarios y los kirchneristas.
En la previa, no alcanzaron los votos para interpelar a Karina Milei y a Toto Caputo por el caso Libra. Y tampoco fueron suficientes para dejar fuera de carrera a Cristina.
Para demostrar el vínculo entre Rovira y la Casa Rosada, el peronismo caudillesco de Misiones lleva en su lista, casualmente, a una candidata libertaria.
El pacto no escrito —del que tantas veces se habló para salvar a Cristina y no comprometer a los funcionarios más cercanos a Milei por el escándalo cripto— pareció materializarse ayer, con otra bochornosa sesión a espaldas del pueblo argentino.
Claro que también había otro motivo: a pocas horas de las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, no querían que el PRO se arrogara el logro. Porque, con la actual candidata, Silvia Lospenato, habían encabezado la iniciativa.
Entre los condimentos espurios también estuvo el de privarle un triunfo político a Mauricio Macri.
Lo cierto es que Cristina, con sus antecedentes, no podrá manejar un taxi ni sacar un certificado de buena conducta. Pero, en este bendito país, podrá ser candidata.
El presidente, como los teros, que cantan en un lado y ponen los huevos en otro, cacareó calificando el hecho como “lamentable”, usando el gastado truco de echarle la culpa a la casta.
Se siguen burlando de la gente. Pero los que quieran seguir creyendo, que crean. Porque la opinión —mientras no nos censuren— es libre.